El hombre lleno de fe y su hijo



Ilustrado por Hebe María Salas
En aquel pueblo un chico estaba por morir. Nadie podía salvar su vida. Pero un viejo sabio muy sabio le dijo a su papá:

__” Hay algo que puede salvarlo “.

__” ¿ Qué es señor ?__preguntó el padre..

__Te diré__contestó el anciano__Hay que conseguir una calavera. Allí tiene que juntarse el veneno de una cobra con algunas gotas de lluvia. Pero…pero, pero, pero…esa lluvia debe caer cuando aparezcan en el cielo varias estrellas.

__¿ Cuáles estrellas ?__quiso saber el papá del nene.

__¡ Esas, las hermanitas Svati ! Son muchas y muy brillantes. Ahí deben estar aunque no las veas porque si llueve estará nublado. Entonces mezclás todo y ese será el remedio. Nada más“. Y se fue.

¡ Qué difícil !__exclamó el padre__ Igual yo sé que Dios conseguirá todas esas cosas y salvará a mi hijo. Estoy muy seguro de que Él puede. Y se puso a rezar.

Esa noche, en un lugar desierto encontró una calavera.

En el cielo, detrás de las nubes brillaban las hermanitas Svati.

¡ Qué difícil ¡__volvió a decir el papá__Igual yo sé que Dios conseguirá todo lo que falta y salvará a mi hijo. Estoy muy seguro de que Él puede. Y siguió rezando.

En ese momento un sapo llegó a los saltos. Plan, plan…plan, plan. Venía muy rapidito porque una cobra lo perseguía. Entonces…

El sapo saltó sobre la calavera…

La cobra abrió la boca…

Y el veneno cayó adentro mientras lo mojaban unas gotas de lluvia.

El padre mezcló todo y se fue a su casa. Allí se lo dio a tomar a su hijo y el nene se sanó.

¡Qué alegría ! Este papá no terminaba de dar gracias a Dios por su ayuda. Es que él tuvo fe, mucha fe en que todo lo que parece imposible Dios lo hace posible…Y así fue.